ACABAR CON UNA RELACIÓN DE MALTRATO (PARTE 2)

ACABAR CON UNA RELACIÓN DE MALTRATO (PARTE 2)

Separarse del maltratador, a menudo implica tres etapas: el desapego, la finalización de la relación y la protección subsiguiente.

El desapego:
Durante esta parte, reconoces lo que debes hacer y creas un "plan de fuga". Muchas personas fracasan en su intento de separarse porque se marchan de repente e impulsivamente sin haberlo planeado previamente y sin recursos. En muchos casos el maltratador ha aislado a su pareja, tiene el control de sus finanzas o tiene el control de herramientas necesarias para la huida, como el coche. Durante esta fase deberías:
Observar el modo en que te trata. Observa los métodos descritos aquí arriba y cómo el maltratador trabaja.
Gradualmente vuélvete más aburrido/a, habla menos, comparte menos sentimientos y opiniones. El objetivo es aburrir al maltratador para que afloje el apego emocional y al mismo tiempo no crear una situación que te convirtiese en blanco de su conducta.
Con calma y en silencio, contacta con tu familia y otras personas que te apoyen. Determina que tipo de ayuda pueden ofrecerte (un lugar para vivir, protección, ayuda financiera, etc.)
Si temes la violencia o el abuso, contacta con las fuerzas de seguridad o pide una orden de protección.
Si el maltratador es destructivo, llévate lentamente tus objetos más preciados de la casa o trata de recuperarlos si están en su poder. En algunos casos, perderás algunos objetos personales durante la separación (un pequeño precio a pagar por librarte de él).
Deja de discutir. Deja de defenderte y de dar explicaciones (respondiendo con comentarios como "he estado muy confusa últimamente" o "estoy bajo tanto estrés que no sé por qué hago nada más").
Deja caer pistas de que estás deprimido/, quemado/a o confusa/o sobre la vida en general. Recuerda que el maltratador nunca se hace responsable de lo que pasa en la relación. Se sentirá mejor al dejar la relación si puede echarte la culpa a ti. Muchas personas se ven obligadas a parecer confusas y aburridas, permitiendo al maltratador decir a los demás: "mi pareja está medio chalada". Puede decir a otros que estás loco/ o confundido, pero estarás más segura/o. Permite a los demás que piensen lo que quieran de ti mientras estás en el proceso de desapego.
No comiences otra relación. Eso sólo complicará tu situación y aumentará la rabia. Tu mejor baza es no asomar la cabeza durante unos meses. El maltratador localizará rápidamente otra víctima y se sentirá instantáneamente apegado a ella en cuanto su vínculo contigo empiece a decaer.
Cuando el maltratador empiece a cuestionar los cambios en tu comportamiento, admite confusión, depresión, anestesia emocional y toda una serie de reacciones aburridas. Esto establecerá la base para el fin de la relación.
Terminar la relación:
Recuerda que el maltratador no acepta la responsabilidad, responde con rabia a las críticas y es propenso a reaccionar con pánico ante el abandono. Acabar la relación implica seguir con el mismo tema que en el desapego.
Dile que te sientes emocionalmente anestesiado/a, confusa/o, no puedes sentir nada por nadie y quieres acabar la relación casi por su propio bien. Recuérdale que seguramente ha notado que algo va mal y necesitas tiempo para ordenar tus sentimientos y arreglar lo que está mal en ti. Aunque pueda resultar repulsivo, tendrás que decirle "no soy apropiado/a para nadie en este momento de mi vida". Si puede echarte la culpa a ti, tal y como haría si acabara él la relación, se alejará antes.
Si le entra el pánico recibirás un aluvión de llamadas telefónicas, cartas, notas en tu coche, etc. Reacciona ante todas del mismo modo: un aburrido "gracias". Si reaccionas de forma exagerada o cedes, habrás perdido el control.
Céntrate en tu necesidad de alejarte de la relación. No cedas ante las muchas ofertas que te hará, como veros con menos frecuencia, verlos sólo una vez a la semana, romper sólo durante una semana, ir juntos a terapia, etc. Siempre que el maltratador esté en contacto contigo, pensará que tiene una oportunidad de manipularte.
El maltratador se centrará en hacerte sentir culpable. En cada contacto telefónico, escucharás cuánto te ama, cuánto ha hecho por ti, y lo mucho que se ha sacrificado por ti. Al mismo tiempo, te dirá lo mala persona que eres por traicionarle, por no darle una oportunidad para arreglar las cosas y humillarlo con la terminación de la relación.
No intentes hacer que entienda cómo te sientes (no sucederá). Al "maltratador sólo le preocupa lo que siente él. Tus sentimientos son irrelevantes. Perderás el tiempo intentado hacer que te comprenda y él verá la discusión como una oportunidad para hacerte sentir culpable y manipularte.
No te dejes engañar por repentinos cambios en su comportamiento o promesas de matrimonio, viajes, regalos, etc. En este momento ya has visto cómo es el maltratador normalmente. Aunque cualquiera puede cambiar por un corto periodo de tiempo, pronto volverá a su comportamiento habitual una vez que la crisis termine.
Busca ayuda profesional o el apoyo de otras personas durante este tiempo. Necesitarás ánimos y orientación. Ten en mente que si el maltratador descubre que has buscado ayuda, criticará al consejero, terapeuta, o tu esfuerzo.
No utilices términos como "algún día", "tal vez" o "en el futuro". Cuando el maltratador escuche esas posibilidades, pensará que te estás debilitando e incrementará la presión.
Imagina una máquina tragaperras. Si estamos en las Vegas en una de estas máquinas y le damos a la palanca diez veces y no sucede nada, nos vamos a otra máquina. Sin embargo, si en el décimo intento, ganamos dinero, aunque sea poco, seguimos tirando de la palanca, penando que el gran premio está cerca. Si somos lo bastante estrictos y estables en nuestra decisión de terminar la relación durante muchos días y de repente ofrecemos una posibilidad o esperanza de reconciliación, la presión continuará. Nunca cambies de posición. El maltratador dejará de jugar a una máquina que no le da nada y se marchará a otra.
Protección:
El maltratador nunca admite su responsabilidad o implicación en la relación. Desde una perspectiva psicológica, el maltratador ha vivido y se ha comportado de este modo durante toda su vida adulta. Al no verse realmente como equivocado o con un problema, puede pensar que su pareja está atravesando una fase. Su pareja (la víctima) puede estar temporalmente confusa, puede estar escuchando a la gente equivocada o puede estar enfadado/a por algo y lo superará pronto. El maltratador rara vez se distancia completamente y a menudo intentará seguir en contacto con su pareja incluso cuando la relación ha terminado. Algunas directrices de protección para esta etapa son las siguientes:
Nunca cambies tu postura original. ¡Se ha acabado para siempre! No hables acerca de posibles cambios en tu postura en el futuro. Puedes pensar que eso cambiará al maltratador pero sólo le dice que existen posibilidades y que sólo hace falta un poco más de presión para que vuelvas.
No aceptes verlo para hablar de viejos temas. Para el maltratador, discutir antiguos temas es un modo de molestarte, ponerte en guardia y utilizar la culpa para engancharte de nuevo.
No le des detalles sobre tu nueva vida. Asegúrale que ahora tanto tu vida como la suya son privadas y que esperas que sea feliz.
Si empiezas a sentirte culpable durante una llamada, corta enseguida. Mucha gente vuelve con malas relaciones principalmente debido a la culpa. Si escuchas esas llamadas, por ejemplo, gravándolas, verás que pasa la mayor parte del tiempo intentando hacer que te sientas culpable.
En cualquier contacto con tu ex pareja, proporciona solo un informe de estado, como harías con tu tía Gladys. Por ejemplo: "sigo trabajando duro y no juego mejor al tenis. Eso es todo"
Cuando te diga lo difícil que ha sido la ruptura, comparte con él algunas ideas generales sobre las rupturas y la dificultad de encontrar la persona adecuada. Cuando el "maltratador quiera centrase en vuestra relación dile: "Bueno, romper es duro, salir con alguien es difícil en estos tiempos, pero seguro que al final encontramos personas que sean adecuadas para nosotros". Recuerda, nada personal.
Mantén todo contacto corto y amable (cuanto más corto mejor). En lo que al maltratador respecta, tú siempre tienes algo que hacer: hay algo en el microondas o tu madre viene a hacerte una visita. Deséale lo mejor pero siempre con el mismo tono de voz que podrías utilizar con alguien que acabas de conocer en el supermercado. Haz lo que sea para hacer la conversación corta e impersonal.
 
Jose Antonio Forment Sanchez. Psicólogo de Puerto de Sagunto.
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